
El Uso de
las TICs

Mediante un adecuado diseño pedagógico se puede concretar en una situación de aprendizaje la integración de los contenidos o necesidades curriculares y la riqueza que ofrecen los recursos tecnológicos. Como recursos tecnológicos a nivel de software educativo, y según los objetivos pedagógicos que se contemplen, se pueden encontrar los siguientes programas (García, 2004):
-Tutoriales, que guían al estudiante hacia una meta de aprendizaje previamente diseñada por un docente o tutor.
-Resolución de problemas, que son programas diseñados para desarrollar ejercicios matemáticos o científicos y permiten dar seguimiento a los pasos que da el estudiante en la resolución de una demanda.
-Simulaciones, que permiten explorar y ensayar respuestas a situaciones que se asemejan a condiciones reales.
-Juegos, que permiten aprovechar su carácter lúdico para revisar contenidos curriculares, destrezas y habilidades.
-Constructores, que son programas que ofrecen herramientas al usuario para producir programaciones.
Siguiendo a García (2004), según el uso que se le dan a los programas se puede hablar de:
-Aplicaciones: Facilitan concretar las necesidades que se tienen.
-Programas abiertos: Permiten a los docentes acceder a la base de datos del programa y crear sus propias demandas antes de que los estudiantes inicien la interacción.
-Programas cerrados: Son aquellos que no permiten la creación o modificación de la base de datos.
-Programas instrumentales: Tales como procesadores de texto, hojas de cálculo, bases de datos, para tratamiento estadístico, para diseños gráficos, que no tienen objetivos educativos directos pero que pueden ser utilizados con esa finalidad.
-Programas directivos y no-directivos: Que son programas que dirigen al usuario, o por el contrario, que permiten definir sus propias estrategias para resolver las demandas.
Igualmente Pontes (2005), resume los recursos informáticos que puede utilizar el docente y las posibles aplicaciones educativas de los diferentes recursos en dos grandes grupos a saber: los recursos informáticos de propósito general y los programas específicos de enseñanza asistida por computadora. Entre los ejemplos más conocidos de las aplicaciones de propósito general están: procesadores de texto, bases de datos, hojas de cálculo, diseño de presentaciones, entornos de diseño gráfico, navegadores de internet, gestores de correo electrónico, diseño de páginas web. Entre las aplicaciones de carácter específico están: programas de ejercitación y evaluación, tutoriales interactivos, enciclopedias multimedia, simulaciones y laboratorios virtuales, laboratorio asistido por ordenador, tutores inteligentes, sistemas adaptativos multimedia, sistemas de autor.
Es importante que los estudiantes introduzcan estos recursos en sus clases, generando ambientes de aprendizaje novedosos y atractivos, fomentando en los demás estudiantes el gusto y el hábito por el conocimiento y el aprendizaje permanente y autónomo, poniendo en práctica recursos y técnicas didácticas innovadoras, cercanas a los enfoques pedagógicos contemporáneos y motivadoras del aprendizaje, utilizando las tecnologías de la información y comunicación.
Existe una gran cantidad de recursos disponibles, para todos los niveles de instrucción y materias, sin embargo la utilización de estos recursos no es lo suficientemente extendida para los estudiantes por múltiples factores, uno de los cuales tiene que ver con el aprendizaje de los estudiantes en el uso educativo de las TICs, por lo que se demanda de ellos múltiples competencias y más aún en estos tiempos que ocurren avances de forma acelerada en las ciencias, las humanidades, la pedagogía y la tecnología, por lo cual los estudiantes requieren habilidades para el aprendizaje y la actualización disciplinaria permanente de manera que se puedan generar los mejores ambientes y situaciones de aprendizaje apoyados en los recursos tecnológicos. Según Sepúlveda (2002) el uso de medios tecnológicos juega un papel muy importante generando trabajo independiente y responsable. Por tanto el uso de las TICs en la práctica del estudiante puede permitir el desarrollo de actitudes favorables hacia el aprendizaje mejorando los niveles de motivación y participación mediante el intercambio y la interacción.
A partir de aquí es claro que es necesario e importante un apoyo de corte institucional a las escuelas dirigiéndolo a los estudiantes en su formación más allá de la dotación de recurso o infraestructuras tecnológicas por lo que es claro que existe la necesidad de programas de formación para los estudiantes que más que nunca requieren ser solucionadas y en especial las que atañen al diseño y producción de materiales didácticos para mejorar los proceso de aprendizaje. Según Dills y Romizowsky (1997) citados por Salinas y Urbina (2007) con relación al diseño de materiales didácticos no se cuenta con una investigación que nos muestre cual es el modelo de diseño a seguir dada la dependencia del contexto donde se aplique, pero insiste en que existe un amplio marco teórico en el cual apoyar las decisiones al respecto.
Según Grané (1997) citado por Suárez, Gargallo, Torrecilla, Marín, Morant y Díaz (2001) un aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de usar medios informáticos y audiovisuales es tener claro que el aprovechamiento de estos recae en sus usos concretos y no sobre los medios en sí mismo. De igual manera Cabero (2001) citado por Solano (2010) comentan con relación a los principios para el diseño de medios que el estudiante se convierte en un elemento esencial para concretar el medio dentro de un contexto y que los aprendizajes no se dan en función de este sino de acuerdo a la estrategia didáctica que se aplique sobre él.
Área, (2005, p. 2) al referirse al uso de la tecnología comenta: Los efectos pedagógicos de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) no dependen de las características de la tecnología utilizada, sino de las tareas que se demandan que realice el alumno con las mismas, del entorno social y organizativo de la clase, de la estrategia metodológica implementada, y del tipo de interacción comunicativa que se establece entre el alumnado y el profesor durante el proceso de aprendizaje. Es decir, la calidad educativa no depende directamente de la tecnología empleada (sea impresa, audiovisual o informática), sino del método de enseñanza bajo el cual se integra el uso de la tecnología así como de las actividades de aprendizaje que realizan los alumnos con dichos recursos.
La incorporación de TICs en las aulas, es realmente algo más que simplemente dotarse de aparatos sofisticados y en grandes cantidades, lo que debe preocupar es lograr avanzar en su uso pedagógico para equipararlo al desarrollo tecnológico. Como lo plantea Barrio, Alvares, Galisteo, Gálvez y Barrio (2007) el sector educativo tiene que adaptarlos procesos de enseñanza aprendizaje a la sociedad del siglo XXI para poder suplir los requerimientos de los nuevos recursos tecnológicos. Gutiérrez, palacio y Torrego (2010) señalan que los responsables de la política educativa en relación a la incorporación de tecnología no consideran la relación causa efecto entre el uso de TICs y la mejora de la calidad educativa ordenando más computadores para las aulas. Igualmente Gutiérrez, palacios y Torrego señalan:
Cada vez son más numerosos los investigadores que cuestionan esta relación directa entre cantidad de ordenadores e innovación educativa, y advierten del error que supone la introducción de la tecnología en las escuelas, obedeciendo a intereses económicos más que a una intencionalidad renovadora, sirviéndose de las tecnologías del mañana para administrar el currículum del pasado. Existen presiones mercantiles para introducir las TICs en las aulas, partiendo del supuesto apenas cuestionado de que el uso inteligente de la tecnología puede mejorar notablemente la calidad de la enseñanza.
El discurso tecnológico, que exagera el potencial educativo y didáctico de las TICs, genera en los distintos sectores del sistema educativo expectativas y esperanzas infundadas. Esta excesiva confianza en las TICs desvía nuestra atención de otros aspectos más relevantes desde el punto de vista educativo, como la planificación de una adecuada integración curricular de las TICs y la formación del profesorado.
Actualmente se asiste a una vertiginosa dotación de infraestructuras tecnológicas y de conectividad a las instituciones educativas con ocasión de la gran avanzada de las tecnologías de la información y la comunicación lo que haría pensar que se estaría dando una innovación en materia tecnológica para el apoyo de los procesos de aprendizaje.
La Tecnología Educativa y el Aprendizaje
Actualmente una de las característica que presenta la tecnología educativa es la incorporación de las TICs en los ambientes de aprendizaje, por lo que es pertinente que el sector de la educación cuente con las suficientes herramientas para la formación de sus docentes como una estrategia para aprovecharlas en el mejoramiento de lo proceso de aprendizaje con los estudiantes, para que los estudiantes tengan conocimientos de ellas.
La tecnología educativa tiene sus primeros avances en la década de los 70 cuando las instituciones educativas apoyaron sus procesos de aprendizaje en los medios audiovisuales como un mecanismo que causaba estimulo en los estudiantes y profesores. Simultáneamente con la utilización de medios audiovisuales, el desarrollo de la radio y la televisión se convertía en una alternativa para que los estudiantes innovaran los procesos al interior de su práctica educativa, además de llevar a distancia lejanas la educación. A pesar de estos desarrollos, al finalizar el siglo XX cuando se inicia la revolución del escenario tecnológico con la creación del Internet y la aparición del término tecnologías de la información y la comunicación. Lo que se vendría sería una gran preocupación con relación a las consecuencias sociales que traería la tecnología de la información y la comunicación y la responsabilidad implícita del sector de la educación para afrontarlas. García, Navarro, Ramírez y Rivas (1994).
Según comenta Marqués (1999) dado el recorrido histórico que ha tenido la tecnología educativa su conceptualización ha sufrido cambios a consecuencia de la evolución de nuestra sociedad y de los cambios producidos en las ciencias que la fundamentan.
(Cabero 1999; Marqués1999) señala: La tecnología educativa es un término integrador(en tanto que ha integrado diversas ciencias, tecnologías y técnicas: física, ingeniería, pedagogía, psicología);vivo (por todas las transformaciones que ha sufrido originadas tanto por los cambios del contexto educativo como por los de las ciencias básicas que la sustentan);polisémico(a lo largo de su historia ha ido acogiendo diversos significados); y también contradictorio” (provoca tanto defensas radicales como oposiciones frontales).
Según lo plantea (Marques 1999; Burgos 2007)la tecnología educativa se entiende como un modelo sistemático de concebir, aplicar y evaluar el conjunto de procesos de enseñanza y aprendizaje teniendo en cuenta a la vez los recursos técnicos y humanos y las interacciones entre ellos como forma de obtener una más efectiva educación. Como lo comenta Bates y Poole (2003) citado por Salas Navarro y Rodríguez (2006) la tecnología educativa comprende cualquier comunicación con el estudiante, fuera del contacto directo cara a cara o contacto personal. Al considerarse los conceptos anteriormente ofrecidos acerca de la tecnología educativa se llega a la conclusión de que es necesario hacer concienciar al sector educativo en el sentido de aprovechar las ventajas que nos proporciona el uso adecuado de la tecnología como herramienta, pues la revolución tecnológica ha abierto múltiples posibilidades para lograr un desarrollo más completo y armónico del proceso de aprendizaje.
El enfoque tecnológico de la educación ha evolucionado y se ha puesto a la par del avance científico y metodológico teniendo en cuenta que el estudiante es el centro del proceso de aprendizaje, en función de sus intereses y necesidades. La tecnología recoge la dimensión técnica la cual tiene que ver con la resolución de problemas prácticos y la dimensión que implica la reflexión sobre tales problemas y sobre los procedimientos para resolverlos. En la actualidad los maestros en sus diferentes niveles laborales se ven en la necesidad de reflexionar respecto a la manera de cómo usar la tecnología para lograr los objetivos de instrucción en un escenario en donde los estudiantes tienen acceso a los computadores y a servicio de internet desde sus casas como desde el colegio. Al respecto Area (2005) comenta que las nuevas generaciones tienen acceso a tecnologías por fuera de la escuela y que a diario los alumnos acceden a más a la red de información en donde interactúan con medios audiovisuales, soportes multimedia, software didáctico, de televisión digital, entre otros. En consecuencia, el gran ímpetu por el empleo de las tecnologías hace que los alumnos están más adelante por lo menos en relación al manejo instrumental de la tecnología lo que obliga al educador a preocuparse por estar al día en esta materia de empleo y uso de tecnologías aplicadas en el campo educativo.
Los ambientes de aprendizaje en la actualidad han iniciado un proceso de transformación para adaptarse a los nuevos paradigmas originados por la incursión de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación TICs. Sin embargo, los procesos de enseñanza-aprendizaje que se desarrollan en las instituciones educativas parecen presentar cierta rigidez para una educación futura y requieren para ello adaptaciones por lo que es necesario modificar las prácticas tradicionales para integrar la tecnología al aprendizaje. En contraste al el uso de tecnologías bajo metodologías tradicionales, la simple incorporación de los computadores en el aula, está propiciando el desarrollo de nuevas forma de aprendizaje, el lanzamiento de hipótesis acerca de cuáles serán los nuevos métodos de adquisición del conocimiento, la interiorización de nuevos enfoques de la instrucción y al estudio de nuevos marcos teóricos frente al aprendizaje. Al referirse a prácticas tradicionales no significa que estas sean erradas y que lo nuevo solo por ser nuevo sea mejor, insistiendo en que lo que se quiere decir es que el desarrollo tecnológico no se puede equipar con el desarrollo pedagógico. (Macnally-Salas, 2005; Salas Navarro y Rodríguez 2006).
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la Educación
Los estudios sobre las tecnologías de la información y la comunicación en la educación han pasado por diversos momentos generando modificaciones tanto en los problemas de investigación planteados como en el enfoque metodológico a utilizarse. Las TICs se convierten en una herramienta necesaria, y los efectos de su uso en al ámbito educativo dependen de la calidad del enfoque pedagógico, los objetivos propuestos y no de la tecnología en sí. Como lo plantea Ferreiro y Napoli (2007) cuando afirman que no es simplemente tener tecnología, lo que importa es hacer un adecuado uso de ella ajustándola a los objetivos de los procesos a los que se aplica para poder alcanzar buenos resultados. Por tanto se trata de un terreno en el que las TICs continúan ofreciendo nuevos conocimientos y en el que aún faltan muchos aspectos por descubrir en relación a su incorporación y uso en la educación.
Según Macau (2004) a comienzos y mediados de los ochenta, la integración de estas tecnologías en las escuelas comienzan a ser un tema muy estudiado por lo que se sientan las bases de lo que más tarde conoceríamos como el internet o World Wide Webque se desarrollaría totalmente en la década de los años 90 como el internet o red mundial de información, en consecuencia, el internet acelera la comunicación y el flujo de la información por lo que el termino nuevas tecnologías se transformaría en Tecnologías de la información y la comunicación.
A partir de este referente histórico la llegada de las TICs a las escuelas implica nuevas concepciones e intereses que inquietan a organizaciones y personas para la realización de investigaciones que brinden nuevos conocimientos sobre este campo. En la actualidad, la educación enfrenta múltiples desafíos, uno de ellos es dar respuesta a los constantes cambios económicos, sociales y culturales que se dan hacia el interior de la sociedad.
Por tanto el uso de las TICs en el ámbito educativo ha generado muchas expectativas en los estudiantes pues es posible que se abran grandes posibilidades con en relación con suplir la necesidad de acceso universal a la educación, el aprendizaje de calidad con igualdad, la formación profesional de los educadores y generar eficiencia al sistema educativo. Según Cabero (1999) la discusión en torno a la llegada o incorporación de las TICs debe dirigirse hacia el cómo mejorar la calidad del proceso enseñanza aprendizaje y como usarlas e integrarlas para que lo educativo trascienda lo tecnológico. Con la presencia de las TICs el énfasis se traslada desde la enseñanza hacia el aprendizaje estableciéndose nuevos roles y responsabilidades para los alumnos y profesores.
Al respecto Salinas (2004) comenta que en procesos de formación apoyados por las TICs el alumno se transforma en un participante activo y constructor de su propio aprendizaje y el profesor asume el rol de guía y facilitador de este proceso, lo cual cambia la forma de interactuar con sus alumnos, de planificar y de diseñar el ambiente de aprendizaje.